Los problemas emocionales asociados con la enuresis, casi siempre, surgen como consecuencia de despertar diariamente con la cama mojada, es decir, que los problemas psicológicos no son la causa de la enuresis sino la consecuencia.
Quienes mojan la cama durante la noche, además de sentirse perturbados, perciben este hecho como una falla personal.
Crecer con estas dificultades puede provocarles trastornos de conducta, problemas de ansiedad, miedos y aislamiento. Y a medida que van creciendo, estos conflictos pueden agravarse y marcar una tendencia en la formación de su personalidad.
Para evitar estas consecuencias no deseables se aconseja consultar con un médico especialista, en busca de información y de un eventual tratamiento. En algunos pacientes la enuresis comienza después de una perturbación emocional (fallecimientos, mudanzas, separación de los padres, etc.).
La mayoría de estos casos corresponde a una enuresis secundaria: niños/as mayores de cinco años, que luego de controlar por completo sus micciones por un período mínimo de al menos 6 meses, comienzan a mojar nuevamente.
Recordemos que por definición, no existe enurético menor de 5 años; por lo tanto, lo que suceda antes de esta edad debemos considerarlo como irregularidades esperables durante el aprendizaje normal del control urinario.